EFICACIA DE UN TRATAMIENTO COGNITIVO CONDUCTUAL PARA LA DEPRESIÓN EN FORMATO GRUPAL Y PROTOCOLIZADO
“APRENDIENDO A SER FELIZ…SI ME ESFUERZO”
La depresión es un síndrome o conjunto de síntomas que afectan principalmente a la esfera afectiva (tristeza, irritabilidad, sensación subjetiva de malestar, etc.) que puede limitar la actividad vital habitual de la persona, independientemente de que su causa sea conocida o desconocida. Si bien es cierto que estos son los síntomas patognomónicos del trastorno, la depresión también puede expresarse a través de afecciones de tipo cognitivo, volitivo e incluso somático.
Los síntomas depresivos se pueden valorar según criterios diagnósticos operativos, siendo los más utilizados, tanto en la clínica como en la investigación, los descritos por las clasificaciones CIE-10 (1)y DSM-IV-TR (2). Asimismo, y en relación a la sintomatología, es importante también analizar las consecuencias del padecimiento de este trastorno. En este sentido, la depresión conlleva, en la mayoría de los casos, una merma en la calidad de vida de las personas que la presentan (3,4) y se considera uno de los principales factores de riesgo de suicidio (5).
La depresión es uno de los trastornos de salud más frecuentes e incapacitantes tanto en la población europea, como en el resto del mundo (6,7). La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 20 % de la población podría desarrollar un trastorno depresivo en el transcurso de su vida (8,9), incrementándose aún más este porcentaje si tomamos en consideración otros factores de riesgo como el padecimiento de una enfermedad crónica o situaciones de estrés vital. En este mismo sentido, se ha constatado que el 14,7% de los pacientes que acuden a atención primaria, independientemente del motivo de consulta, presentan un cuadro clínico de depresión (10).
Por lo que respecta al tratamiento de la depresión, las guías clínicas actuales para su manejo en la población adula aconsejan, en términos generales y como tratamientos de primera elección, el uso de los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS) y la terapia psicológica cognitivo conductual realizada por un psicólogo cualificado (11).
La terapia cognitivo-conductual ha sido el tratamiento psicológico más estudiado, validado y utilizado. En este sentido, se ha constatado que: a) la terapia cognitivo-conductual realizada por un psicólogo es tan efectiva como el tratamiento con antidepresivos para el abordaje de la depresión mayor (12);b) los formatos de terapia cognitivo-conductual breves (entre 6-8 sesiones) resultan tan efectivos como los más prolongados (12); c) la combinación de los tratamientos farmacológicos y la terapia cognitivo-conductual ofrece unos resultados superiores a cualquiera de estos tratamientos por separado (12,13,14); d) la terapia cognitivo-conductual parece ser mejor tolerada que los antidepresivos, especialmente en los casos más graves (15); e) la terapia cognitivo-conductual tiene un efecto protector acumulable a la medicación en el sentido de que previene las recaídas; y f) la terapia cognitivo-conductual de formato breve y en grupo resulta más eficiente (relación entre la eficacia y el coste) que el tratamiento farmacológico. En este sentido, según un informe realizado en el año 2005 por el Ministerio de Sanidad y Consumo, el gasto en antidepresivos fue superior a los 600 millones de euros.
Con respecto al formato de la terapia, existen datos que sugieren que tanto la terapia cognitiva-conductual en formato grupal como en individual resultan eficaces en el tratamiento de los pacientes con depresión moderada o grave (17). En este sentido, se ha demostrado que la terapia psicológica cognitivo-conductual aplicada en grupo resulta eficaz ya no solo para reducir la sintomatología depresiva sino también para prevenir el desarrollo de este trastorno en poblaciones de alto riesgo, como pudiera ser la población geriátrica (18,19).
En comparación con la terapia individual, las intervenciones grupales pueden aportar una serie de ventajas. Así, estas intervenciones son más eficientes ya que optimizan los recursos (tiempo, espacio, personal...), permitiendo así obtener una mejor relación coste-beneficio ante la creciente presión asistencial que existe en las Unidades de Salud Mental del sistema sanitario público. Por otro lado, el grupo, a través del apoyo de sus miembros, facilita la expresión de sentimientos, la motivación y la adherencia al tratamiento, así como el intercambio de experiencias que pudieran facilitar la adquisición de distintas perspectivas y otras estrategias de afrontamiento más saludables (20,21).
En base a los resultados obtenidos, la aplicación del programa de tratamiento psicológico protocolizado “Aprendiendo a ser feliz….si me esfuerzo” (24), que utilizamos los Psicologos de Algeciras, resultó eficaz para disminuir la sintomatología depresiva y ansiosa de los pacientes con trastornos depresivos. Por otro lado, al finalizar la intervención psicológica, dichos pacientes percibieron una mayor calidad de vida en comparación con un grupo control en lista de espera.
La eficacia de nuestro programa puede explicarse en parte por la utilización de técnicas cognitivo-conductuales (programación de actividades, relajación, reestructuración cognitiva, etc.) de probada eficacia (11,12) para el tratamiento de los trastornos depresivos que permitieron a los pacientes afrontarlos con un menor coste emocional y mejorar su calidad de vida.